Performance Tálamo, realizado en Fortaleza, Brasil 

Género y etnicidad

Si el feminismo debe liberar a las mujeres, debe enfrentar virtualmente todas las formas de opresión. Desde este punto de vista se podría decir que un feminismo negro, construido en el contexto de sociedades multirraciales, pluriculturales y racistas —como son las sociedades latinoamericanas— tiene como principal eje articulador al racismo y su impacto sobre las relaciones de género dado que él determina la propia jerarquía de género de nuestras sociedades. En general, la unidad de la lucha de las mujeres en nuestras sociedades no sólo depende de nuestra capacidad de superar las desigualdades generadas por la histórica hegemonía masculina, sino que también exige la superación de ideologías complementarias como es el caso del racismo. El racismo establece la inferioridad social de los segmentos negros de la población en general, y de las mujeres negras en particular; operando además como factor divisionista en la lucha de las féminas por los privilegios que se instituyen para las mujeres blancas. Desde esta perspectiva, la oposición de las mujeres negras contra la opresión de género y raza viene diseñando nuevos contornos para la acción política feminista y antirracista, enriqueciendo tanto la discusión racial, como la de género.