Piezas de Casa Museu Benlliure

Mujer con mantón. «Maja»
Género y cuerpo
Estereotipos de género: Genio / musa
Estereotipos de género: Sujeto deseante / objeto deseado
Obra de grandes dimensiones, realizada por el pintor Peppino Benlliure (1884-1916), ejecutada con rápidas pinceladas, muestra un tema costumbrista: una joven envuelta en un soberbio mantón de Manila como único atavío. La joven pintada por Peppino Benlliure, muestra su sensualidad mediante el movimiento que describe el delicado mantón y su osada actitud que, en lugar de ocultar su cuerpo, acentúa la sensualidad de sus formas femeninas, que utiliza para tentar al espectador. Una mujer joven que se enorgullece de su cuerpo y dedica su tiempo a posar ante el pintor que la erige como modelo de un erotismo contenido, no exento de elegancia. Ataviada con una indumentaria típica del mundo taurino y embellecida con rosas, símbolo del amor y la pasión, deja entrever sus brazos desnudos que contrastan con el fondo neutro de la obra, lo que arranca reflejos nacarados a su piel. El pintor ensombrece sus ojos, para dotar a su mirada, que rehúye la del espectador, un tono enigmático que otorga a la obra un halo de misterio.

Tartana de pescadoras (o del Cabanyal)
División sexual / generalizada del trabajo
La pesca, a la que hace referencia esta obra, era una profesión dura desempeñada principalmente por hombres, de honda tradición en Valencia. La pesca era un trabajo que se realizaba en equipo. Era necesaria una gran cantidad de personas implicadas en montar las velas, adentrar las barcas en el mar, llevar la pesca a tierra, reparar las redes, guardar las velas, o calafatear las barcas. En todos estos trabajos cooperaban hombres, mujeres y niños. Las mujeres eran las encargadas de esperar la llegada de la pesca, sentadas en la playa, junto a las grandes cestas en las que luego llevarían la fresca carga al mercado, tal y como vemos en esta obra de José Benlliure Ortiz. Las mujeres, junto con los niños más mayores en ocasiones, eran las encargadas de ejecutar tareas de mantenimiento como el cosido de velas y redes. Estas actividades asalariadas llevadas a cabo fuera del ámbito doméstico, se realizaban como complementarias del trabajo familiar. Las mujeres que vendían el pescado por la calle o en sus puestos del mercado, eran familiares de los pescadores, y con su aportación, contribuían a la renta familiar.

Torrentina haciendo bolillos
Género y clase social
Género y ciclo de vida
Género e indumentaria
La muchacha que aparece ricamente ataviada en esta obra de José Benlliure Gil, haciendo bolillos en la intimidad de su casa, se nos muestra como el paradigma de la joven novia y futura perfecta esposa. Las jóvenes eran educadas, dentro del ámbito familiar, en sus roles de esposa y madre. Desde muy pequeñas, se les instruía en las labores propías de su sexo que consistía en las tareas del hogar que incluía, entre otras, ocupaciones relacionadas con la realización y adorno de prendas de ropa como confección de prendas, bordados, punto de gancho o bolillos, usuales en una joven de buena familia que servirían para, por una parte ocupar su tiempo de ocio y por otra, en la realización del ajuar que constituía parte de su dote y mostraba su posición económica.
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Mare i Xiquet
Maternidad/Paternidad
Genero y Espacio
División sexual / generizada del trabajo
La escena maternal recogida por el pintor José Benlliure Ortiz nos adentra en el mundo íntimo del hogar, reino de la mujer, desde la antiguedad. La mujer, en su papel de esposa y madre, era la encargada de proveeer a la familia de todas las necesidades que se daban en el espacio doméstico, a diferencia del marido y padre de familia, al que le correspondía el papel de proveedor económico del núcleo familiar, trabajando fuera de casa y que, además, era el tutor legal, tanto de los hijos como de su mujer. La producción se asociaba a los hombres, que ostentaban el rol de obtener bienes de forma continua para el sostenimiento familiar en la esfera pública, mientras que las mujeres eran las que llevaban a cabo de tareas de reproducción, dentro del reducido espacio doméstico. Esta dicotomía, basada en la diferencia de sexos y géneros, se dió en los hogares valencianos hasta más allá de mediados de siglo XX.