Las mujeres en la industria del abanico

División sexual del trabajo

Género e indumentaria

Género y espacio

Tradicionalmente, los talleres de abanicos han estado dirigidos por hombres, denominados maestros abaniqueros, quienes realizaban la gestión económica de la empresa y los procesos del varillaje, calado, grabado, pintado del país y la parte correspondiente al pulido y barnizado final. A las mujeres se les asignaban los trabajos más laboriosos como el lijado a mano de las varillas, de hecho, antes de la mecanización, las mujeres constituyeron el grueso del personal en los antiguos talleres, aunque también realizaban trabajos relacionados la costura, como el entelado, encajes, lentejuelas, bordados, adornado, y finalmente el montaje y rematado final del abanico. No obstante, en el último tercio del siglo XX, el oficio de maestro abaniquero dejó de ser cosa de hombres, a partir de ese momento fueron surgiendo maestras abaniqueras, empresarias que eran propietarias de sus talleres y también artistas en algunas facetas tan importantes como la pintura, el adorno o los encajes.